domingo, 29 de noviembre de 2015

Errores o actos fallidos

Decía Javi Varas, el protagonista del encuentro de ayer entre la Unión Deportiva Las Palmas y Deportivo de la Coruña, que cuando el portero es el protagonista del partido, es porque no se han hecho las cosas bien. Más tarde añadía que se habían cometido muchos errores.

Cuando no se juega como se entrena, cuando en el partido no se pone en práctica lo entrenado, es porque otros aspectos, que no son los técnicos ni los tácticos, están influyendo. En el encuentro de ayer se vieron dudas, imprecisiones, precipitación en los pases, poca efectividad en los tiros. Los aspectos psíquicos pueden jugar malas pasadas. Un exceso de preocupación en querer hacerlo bien que pierde al jugador en una batalla consigo mismo, o los numerosos actos fallidos o errores que cometen los jugadores, pueden anular las opciones de un equipo.

Cuando pierdo un balón tan peligroso, que pone a mi equipo en peligro, o cuando al darle a la pelota para tirar a portería, le doy justo donde no tengo que hacerlo, evitando sumar goles al marcador, en definitiva, cuando realizo lo contrario a la acción que tengo que hacer, podemos pensar que una corriente inconsciente contradictoria suple a la intención del sujeto, llevándole a cometer un error. Cuando en un partido hay numerosos errores, podemos pensar que algo está ocurriendo.

Los errores no se pueden evitar, ya que el ser humano no tiene otra forma de aprender, pero sí se pueden analizar y descubrir el deseo inconsciente que hay tras ellos, evitando, de esta manera, que puedan volver a repetirse.  



domingo, 22 de noviembre de 2015

Quique Setien, un "padre" para la Unión Deportiva


La sensación que teníamos con la Unión Deportiva Las Palmas antes de la llegada de Quique Setien al club, era que faltaba organización y orden en la plantilla, que los jugadores no seguían las indicaciones del entrenador en los partidos, y que, incluso, algunos de ellos parecían haberle perdido el respeto a Paco Herrera. Todo esto jugaba en contra del equipo, llevándonos a unos resultados nada favorecedores para nuestros objetivos.

Nos preguntábamos qué le pasaba a este equipo que parecía ir de aquí para allá sin una dirección segura. Como dice el Psicoanálisis, solo después sabremos, así que ahora podemos decir o interpretar que la función padre o la función paterna, parecía no estarse desarrollando de forma adecuada en la plantilla de los amarillos.

La experiencia nos muestra que si no hubiera algo o alguien que separara a la madre del niño, la unión de ambos duraría más tiempo del conveniente. El padre, o la función padre, que quiere decir que no tiene porque ser el padre biológico, viene a interrumpir dicha relación, siendo necesaria su presencia para que ese ser único, que es el niño con la madre, se divida en dos. Mediante esta separación empieza su proceso de socialización, y el niño se integra en el mundo.

En toda organización empresarial o deportiva, existen unas posiciones en las que se desarrolla la función paterna. El jefe o el entrenador de un equipo, normalmente ocupan esa posición desde la cual dirigen, ordenan y marcan los límites . Sin embargo, muchas veces vemos como esa función se pervierte, o lo que es lo mismo, se altera su estado o desarrollo, apareciendo una serie de síntomas que llevan a la empresa o al equipo al fracaso.

Los síntomas en un equipo de fútbol aparecen cuando no se juega como se entrena, el estado de ánimo no es positivo o las relaciones de los integrantes no son las adecuadas, influyendo todo esto en la marcha del equipo. 

Quique Setien parece haber asumido dicha función en Las Palmas, permitiendo a los ángeles amarillos desarrollar su juego, ante su atenta mirada que señala lo bueno de lo malo, lo permitido de lo prohibido, en definitiva, la ley.


sábado, 7 de noviembre de 2015

Un equipo es un estado de ánimo


Desde el partido de ayer entre la Unión Deportiva Las Palmas y la Real Sociedad no oigo hablar más que del/los estados de ánimo de los jugadores o del equipo. Quique Setien en la rueda de prensa post partido decía “Todos son estados de ánimo”. También Araujo se defendía de las polémicas declaraciones que hizo esta semana diciendo “mi estado de ánimo no estaba bien”. Incluso la prensa deportiva se hacía eco de este aspecto, y el periodista Martín Alonso en La Provincia escribía “El fútbol es un estado de ánimo”.

Pero, ¿a qué se refieren con el estado de ánimo? El estado de ánimo hace referencia a todos aquellos aspectos que tienen que ver con lo psíquico del sujeto, y no con lo físico ni con lo táctico. ¿Y qué es lo psíquico? Lo psíquico son las relaciones entre todas las personas que forman un equipo, jugadores, entrenador, equipo directivo, también son los afectos, los celos y envidias entre los jugadores, los obstáculos, etc. Cuando lo psíquico no está trabajado, puede influir positiva o negativamente en el sujeto, variando considerablemente su juego en un partido, e influyendo en el resultado.

Pensemos ahora en cada uno de nosotros. Cuando tenemos un estado de ánimo bajo, decaído, desilusionado, el resultado de un trabajo que tenemos que hacer no es el mismo, que cuando nuestro estado es animado y alegre. Lo mismo les ocurre a los jugadores, solo que el efecto de ese estado de ánimo va a ser grupal y social.

El psicoanálisis trabaja la parte psíquica del sujeto, y al trabajar lo psíquico permite que lo físico y lo táctico se puedan poner en escena en el terreno de juego durante el partido.

En todo equipo hay dificultades y obstáculos que tienen que ver, en su mayoría, con la personalidad de jugadores y entrenador. Si esas dificultades pueden ser conversadas, analizadas, esos obstáculos se salvan, y entonces lo que dirige el partido es el proyecto deportivo. Cuando los estados de ánimo aparecen en mitad de un partido, lo que dirige el partido no es el proyecto sino la singularidad de cada integrante, y entonces el deporte en vez de una cosa grupal se vuelve individual, que es lo que le pasó a Araujo en el día de ayer. Su estado de ánimo era bueno, y puso en práctica todo lo que él sabe, consiguiendo, incluso, el máximo refuerzo que un jugador puede lograr en un partido, hacer un gol.

Sin embargo, estar a expensas del estado de ánimo de los jugadores, es estar en una montaña rusa que nos va a hacer sufrir mucho. Así que un análisis psíquico o psicoanálisis del equipo, influenciará, positivamente, en los resultados de los partidos.