domingo, 29 de noviembre de 2015

Errores o actos fallidos

Decía Javi Varas, el protagonista del encuentro de ayer entre la Unión Deportiva Las Palmas y Deportivo de la Coruña, que cuando el portero es el protagonista del partido, es porque no se han hecho las cosas bien. Más tarde añadía que se habían cometido muchos errores.

Cuando no se juega como se entrena, cuando en el partido no se pone en práctica lo entrenado, es porque otros aspectos, que no son los técnicos ni los tácticos, están influyendo. En el encuentro de ayer se vieron dudas, imprecisiones, precipitación en los pases, poca efectividad en los tiros. Los aspectos psíquicos pueden jugar malas pasadas. Un exceso de preocupación en querer hacerlo bien que pierde al jugador en una batalla consigo mismo, o los numerosos actos fallidos o errores que cometen los jugadores, pueden anular las opciones de un equipo.

Cuando pierdo un balón tan peligroso, que pone a mi equipo en peligro, o cuando al darle a la pelota para tirar a portería, le doy justo donde no tengo que hacerlo, evitando sumar goles al marcador, en definitiva, cuando realizo lo contrario a la acción que tengo que hacer, podemos pensar que una corriente inconsciente contradictoria suple a la intención del sujeto, llevándole a cometer un error. Cuando en un partido hay numerosos errores, podemos pensar que algo está ocurriendo.

Los errores no se pueden evitar, ya que el ser humano no tiene otra forma de aprender, pero sí se pueden analizar y descubrir el deseo inconsciente que hay tras ellos, evitando, de esta manera, que puedan volver a repetirse.  



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