domingo, 13 de diciembre de 2015

El temor a equivocarse. La Unión Deportiva vence al Betis 1-0

En el penúltimo partido jugado por la Unión Deportiva Las Palmas contra el Sporting de Gijón, se escucharon muchos comentarios que señalaban a Quique Setién como el responsable de la derrota. Incluso él mismo decía: “si alguien tiene que tener la culpa, ese soy yo”. Después de los cambios realizados por el entrenador en el encuentro del pasado 3 de diciembre, vinieron los goles del Sporting, que le dieron la victoria frente a Las Palmas de 3 a 1. En el partido de ayer que enfrentó a la Unión Deportiva contra el Real Betis Balompié, también el gol llegó después de los cambios realizados por el míster, pero en este caso, a favor de la Unión Deportiva, dándole la victoria en el encuentro, 1-0. Nunca se sabe, exactamente, a menos que uno se psicoanalice, y tampoco en ese caso, por qué ocurren las cosas, qué hace que un equipo gané o pierda, pero viendo los efectos podemos interpretar los hechos.

Después de los cambios que Quique Setién realizó ayer vino la victoria. Pero solo después es cuando hemos sabido que esos cambios contribuyeron a ganar.

No se puede acertar o errar antes.

El temor a equivocarse puede llevar al entrenador de un equipo de fútbol, y también a cualquier persona, a no decidir, a retrasar lo que tengo que hacer, a continuar viviendo bajo las mismas consignas que siempre he hecho, no sea que vaya a meter la pata.

Pero la vida se construye de eso, de decisiones, acertadas o no, con resultados positivos o negativos, que nos ayudan a valorar lo decidido.

Nuestra sociedad, muchas veces, penaliza el error, lo criminaliza, lo enjuicia. He de ser un buen padre, un buen jefe, un buen amigo, un buen entrenador. No debo de cometer errores.

Pero el ser humano nace sin saber hacer nada, todo lo tiene que aprender.

Ya lo decía Sigmund Freud, el padre del Psicoanálisis, si no quisiéramos ser tan buenos seríamos mejores. Y el psicoanalista y poeta Miguel Oscar Menassa refiere “si uno quiere vivir hasta los 100 años tiene que tener un poco de maldad”. Aunque esta maldad también se refiere a otras cuestiones de las que hablaremos en otros post.

Feliz victoria. 

                                                                                   Sigmund Freud

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