Después de cada partido que juega la Unión Deportiva Las Palmas en
que no se obtienen los resultados esperados, cuando le preguntan al míster o a
los jugadores, qué tienen que hacer para empezar a sumar puntos, todos suelen
decir que seguir trabajando. Y yo me pregunto pero seguir trabajando qué… Lo
que ha pasado hoy en el partido contra el Getafe Club de Fútbol, no creo que sea el resultado
de no haber trabajado durante la semana, pues esperamos que entrenador y jugadores
cumplan con su trabajo. Lo que ha pasado hoy es una cuestión de no trabajar
sobre cuestiones que están influyendo en el juego y en los resultados de la Unión Deportiva, y esas cuestiones son psíquicas.
Hoy en el terreno de juego no se vio fútbol de Las Palmas casi por ninguna parte. Tampoco se
vio mucho fútbol por parte del Getafe, que aprovecho las ocasiones de jugar
contra un equipo aletargado.
La Unión Deportiva no mostró en ningún momento el ánimo de
querer jugar, y perdónenme los entendidos en fútbol, esa no es una cuestión ni técnica
ni táctica. Sino psíquica. Algo le pasa a esta Unión Deportiva para salir al
terreno de juego con más intenciones de boicotear un buen resultado que de
jugar.
Si en entradas o post anteriores decía que parecía que
Las Palmas tenía un deseo de jugar bien pero no de ganar, y a los resultados me remito, ahora digo que en este partido también desapareció el deseo de
jugar bien, o más bien, el deseo de jugar al fútbol. Creo que hubiera estado
igual de entretenida una carrera de caracoles que el partido que vimos hoy.
No sé que está pasando para que los jugadores hoy hicieran
este juego, pero lo que parece claro es que se ensañaron contra alguien. Contra
quién no lo sé, porque desconozco lo que pasa en el backstage, pero hoy, además, con ensaño principal en los últimos minutos, al hacer un jugador de la Unión Deportiva una falta de expulsión totalmente incomprensible, y encajar dos goles
más por parte de un equipo que, como digo, no será recordado por haber hecho
hoy su mejor partido.
Y termino con el comentario que hoy Paco Herrera hacía en la
rueda de prensa posterior al partido: “A veces es bueno meterte una hostia como
esta para despertar”. Y yo me pregunto: ¿despertar de qué? ¿De haber casi empatado al Barcelona? ¿De
haber ganado al Sevilla? ¿De haber empatado contra el Celta de Vigo, que
ganó al Barcelona? Los resultados pasados no sirven para
ganar los nuevos partidos, y esto es algo que Paco Herrera debería empezar a
pensar.
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