El estado anímico del equipo, la confianza de los jugadores en sí mismos y en el grupo, la percepción de eficacia y valía, son ingredientes necesarios en todo equipo de fútbol. Estos ingredientes pueden ser trabajados por equipos de psicólogos y psicoanalistas, que abordan las diferentes situaciones psíquicas que se dan en el equipo. Cuando estos aspectos se trabajan, lo que dirige el partido es el proyecto deportivo. Cuando no es así, las emociones, las personalidades de los jugadores, el momento en el que se encuentra el equipo, la no elaboración de las derrotas, puede dirigir el partido, y entonces no se juega como se entrena.
Quizás sea hora de que Las Palmas se decida a integrar en su plantilla la figura del psicólogo deportivo.
Pero ahora es el momento de disfrutar de esta victoria, que
nos acerca al objetivo de salir de los puestos de descenso, y como venimos diciendo, una pequeña transformación en el estado anímico...
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